Literatura, relatos, ensayos literarios, novelas, literatura latinoamericana
En Palabras 1 reflexioné sobre el comienzo bíblico del mundo, cuando Dios lo creó con palabras. En Palabras 2, me entretuve con el hallazgo de vocablos nuevos y sobre cómo distintos grupos étnicos, nacionalidades o religiones se nombran y definen los unos a los otros usando ponderativos y despectivos. Me interesa ver la evolución en el uso de proverbios, refranes y citas.
En el prólogo de Gombo Zhébes (1895), antología de proverbios en dialecto Creole –de Haití, New Orleans, Martinica, Islas Mauricio y Trinidad–, Lafcadio Hearn hace notar que: "Mientras que algunos de estos proverbios son lo suficientemente ingeniosos como para convocar a una sonrisa a los labios más serios, muchos otros, sin duda, pueden parecer insípidos, enigmáticos o inclusive sin sentido. Pero la gran mayoría de los dichos utilizados por los negros dependen, en su conjunto, por su colorido o eficacia; de una explicación; tienen el poder camaleónico de cambiar de matiz y sentido de acuerdo a la suerte donde están ubicados. Cada dicho de esta categoría es susceptible, de acuerdo a las circunstancias, de numerosos empleos; y el arte de acudir a un mismo proverbio para diferentes situaciones es uno en el cual el negro no tiene rivales".
Mucho antes de Lafcadio Hearn, Erasmo de Rotterdam, en Adagios del poder y de la guerra y teoría del adagio, nota que una de las características de los adagios, dichos y proverbios es que pueden utilizarse con diferentes sentidos, tal el caso de 'tonel agujereado', puede aplicarse al olvidadizo, al inútil, al desagradecido. También el cambio de una palabra, puede servir para adaptar el adagio 'regalos de enemigos no son regalos' (basado en la sentencia latina Hostium munera non munera), puede cambiarse por: regalos de pobres, de aduladores o de poetas. Si se piensa que los regalos de los enemigos acarrean desgracia –de nuevo el ejemplo latino nos remite a Eneida de Virgilo Canto II cuando Laoconte, ante la vista del caballo que los griegos han dejado de presente exclama aquel Timeo danaos et dona ferentes (Temo a los griegos, incluso, cuando nos traen regalos)–, pero si los pobres, los aduladores o los poetas dan algo, se puede pensar que son intenciones de ganar voluntad o afecto que regalos. Además Erasmo de Rotterdam rastrea los orígenes de adagios, proverbios o sentencias que es muy variado y tiene infinitos orígenes, hechos históricos, leyendas, acciones militares, moralejas. En el caso de las últimas, muchas veces son la síntesis de un cuento o fábula, a modo de ejemplo la sentencia con la que culmina la fábula de la Fontaine "L'ours et l'amateur de jardins" (El oso y el jardinero): Rien n'est si dangereux qu'un ignorant ami ; / Mieux vaudrait un sage ennemi (Nada es más peligroso que un amigo ignorante / mejor valdría un enemigo sabio).
Volviendo a Lafcadio Hearn y su antología Gombo Zhébes, es interesante ver, a la luz de las reflexiones de Erasmo de Rotterdam la evolución que hicieron los negros esclavos en su dialecto Creole a de un proverbio francés, adaptado a su realidad. La sentencia original dice "Il va chercher le baton pour se faire battre" (El va a buscar el bastón para que lo golpeen) que se utiliza cuando, en una discusión, uno de los polemistas ofrece elementos para que su rival los utilice para argumentar en su contra. En el caso de los esclavos negros de Lousiana lo volcaron al dialecto Creole de la región dentro de su propia cosmovisión "Mo va pas preté vous baton pu cassé mo latete" (no te voy a prestar un garrote para que me rompas la cabeza), una clara advertencia que advierte que cualquier discusión con el amo o capataz puede dar argumentos para ser castigado.
Siempre bajo la guía del libro de Erasmo de Rotterdam, hay otro aspecto muy interesante dentro del cosmos de proverbios citas y locuciones. Tal el caso de las citas referidas a militares y políticos, un campo donde se ve claramente cómo estas desplazan sus significados e incluso se pueden volver en contra de su autor.